¿Por qué nos cuesta tanto estar solos?

A veces, rodeado de gente, sólo escucho palabras, pero no contenido; y me pregunto: ¿Por qué nadie entiende las relaciones? ¿Qué son los vínculos? ¿Por qué cada vez qué estamos con alguien nos sentimos igual de solos?

Nadie vino a este mundo a encerrarse en un lugar seguro, mucho menos a lograr la aprobación de los demás, ni a matar el tiempo. Pero generalmente esas son las prioridades de la mayoría de las personas: la seguridad, ser querido y reconocido, y el ocio y la diversión.

Los vínculos no son más que para “pasar el rato” y para sentirnos que pertenecemos y permanecemos en algo seguro, ya que la visión que tenemos de nosotros mismos la construimos a partir de lo que piensan los otros de nosotros.

Lo más difícil para nosotros es estar con nosotros mismos. Vernos cara a cara con nuestro vacío, con nuestra soledad. No hay nada peor que sentirnos solos. Cada vez es más difícil establecer y entablar una relación, conocer al otro, porque nadie se conoce realmente así mismo.

Vivimos en un mundo superficial, donde cada vez existen menos códigos. La gente ya no gusta de si misma. Perdimos el encanto de ser seres humanos. Nuestro vacío nos vuelve esclavos de nuestras limitaciones. La mal llamada soledad es la que nos vuelve discapacitados afectivos.

Estar sólo no es un pecado, sino una salvación. Saber estar sólo implica relacionarse con uno mismo. Es muy difícil relacionarse con muchos, sin antes relacionarse con lo principal. Nosotros somos el centro de nuestro mundo. No son importantes las relaciones, sino saber relacionarse.

Todos tenemos relaciones, pero no sabemos mantenerlas. Sin la acción, no existe el sustantivo. Lo que quiero decir con esto es que, podemos tener mucha gente a nuestro alrededor, pero si, no los cuidamos, los respetamos y los valoramos, no nos estamos relacionando con el otro. Si no nos relacionamos debidamente con los otros, lo más probable es que nunca haya una conexión verdadera.

Para relacionarnos con el otro, primero tenemos que conocernos a nosotros mismos. Saber que es lo que queremos de las personas que nos rodean. Si es su compañía, su amor, su sinceridad, o simplemente no sentirnos solos, pasar el tiempo, o tener al lado alguien por si lo necesitamos.

En el primer caso, estamos valorando lo que damos y nos da la otra persona. Estamos remarcando sus cualidades, lo bueno (por encima de lo malo) de esa relación. En el segundo caso, estamos siendo egoístas y encarando una relación para nuestra conveniencia. El segundo tipo de relación es la que suele preponderar.

Pienso que el amor, en todas sus facetas, transforma a las personas. Pensamos que a veces lo que nos brindan los vínculos nos puede ayudar a modificar conductas autodestructivas; pero para ayudar a alguien es necesario no perdernos en el otro, no invadir ni manipularlo, no generar dependencia, no forcejear para que cambie lo que no está dispuesto a cambiar.

Nada puede ser realmente nuevo si uno lo vive desde viejas actitudes. El pasado sólo sirve para decir lo que se ha callado durante mucho tiempo; para hacerse cargo de los errores y pedir disculpas; reconocer lo recibido y dar las gracias; comprender lo no comprendido; y dejar ir lo que ya no es.

Del único modo que se pueden aprovechar las relaciones es para poder conocerse a uno mismo a través del otro. Ahí es cuando nos damos cuenta de la transformación que puede llegar a generar un vínculo. El verdadero vínculo es aquel en el que todos dan, sin importar cuanto se recibe. Es encontrarse dando todo el tiempo.

Realmente es así. Faltan valores y conocimiento, investigar sobre el amor, falta voluntad, disposición, sinceridad, sobra orgullo, egocentrismo, hipocresía, crueldad, frialdad.. Quien sabe mejor que yo como referirse al amor es Fromm quien plantea en su libro “el arte de amar” que hay tres típicos errores que no favorecen en nada al amor, y la sociedad actual no se priva de ninguno!!


1) Suponen que el amor consiste en lograr ser amados atrayendo al otro a través de la belleza física, el éxito, el poder, la popularidad, y demás intereses.


2)Creen que deben encontrar el “objeto” mas adecuado para amar, algo que los haga verse bonitos o los beneficie en algo, como si el amor fuese un intercambio de mercancías convenientes.

3) Confundir el “enamoramiento” con el sentimiento estable del “amor”, porque para la mayoría enamorarse es fácil y no se necesita aprender nada, pero no se dan cuenta que esa idea confusa no le deja ver el verdadero significado del amor. El amor es un arte, como el de vivir. Además no bastaría con que conocieran solo teóricamente la esencia de este sentimiento, porque lo más complejo y fundamental es la práctica!!


VE: http://blogs.monografias.com/te-pasa-lo-mismo/2009/12/13/%C2%BFpor-que-nos-cuesta-tanto-estar-solos/

Comentarios

Miquechus dijo…
Una vez comente que mi temor era el quedarme solo, tontamente no me había dado cuenta que nunca se esta solo en realidad, solo se siente la soledad amarga cuando se quiere sentir así, es como un complejo a el querer a toda costa el estar ligado a alguien sin importar los demás, sin importar si lastimamos en el proceso grotesco de no estar "solos". El no saber compartir y distribuir el tiempo que tenemos con nosotros mismos es solo el resultado de lo que nuestro pasado arrastra, buscar una compañía falsa y de poco valor para nosotros mismos, y no por que la otra u otras personas no tengan valor, sino por que no nos sabemos querer a nosotros mismos y eso igualmente reflejamos a todos los demás. Otras veces solo se busca la compañía por un sentimiento peculiar y tonto de revancha, en el cual solo te envenenas a ti mismo. Hay que aprender a convivir contigo mismo y así saber apreciar el amor de verdad, cultivarlo y cuidarlo para poder cosecharlo. De nada sirve decir te amo si realmente no se siente.

En una película que vi hace poco se me quedo grabado un dialogo, en el cual un hombre se entrega al monasterio, y le cuestionan que porque decide entregarse a la soledad y la infelicidad que conlleva eso; y el responde: que acaso ¿hay mejor compañía que te haga más feliz que la de Dios?

Yo creo que Dios está en todo lo que nos rodea, así que nunca se esta en soledad.
MUSAK dijo…
no podria decirlo mejor. solo agregaria que mientras se esta "solo" aprender a apreciar y reconocer lo que somos en realidad, no a traves de otra persona

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