¿Tienes Problemas?

Hay que mirar pa’trás” es lo que alguien acaba diciéndote por estas tierras cuando estás viviendo unos días difíciles. Y “mirar pa’trás” es fijarse en los que están peor que uno; ésos que no vemos cuando nuestros problemas nos absorben, y que, a simple vista, parece que llevan a cuestas una carga enorme que concluimos en que es mayor que la que llevamos nosotros.

Es una cadena que comienza, por ejemplo, con:

Quien se queda sin poder hacer un viaje de ocio que había preparado a conciencia. Mira atrás y se encuentra con alguien que no puede tomarse vacaciones.

Quien no puede tomarse vacaciones, mira atrás y ve a uno que no tiene trabajo.

Quien no tiene trabajo, mira atrás y ve a alguien enfermo, que apenas si sale de casa.

El que está enfermo puede acordarse de que en otros lugares del mundo la gente muere precozmente sin recibir ningún tipo de tratamiento médico.

Encontrar a alguien que consideremos que está peor que nosotros no es tan difícil. Pero, ¿cómo llegamos a la conclusión de que esa persona está mejor o peor que nosotros?

Simplemente, nos ponemos en su piel por unos segundos pero sin dejar atrás nuestro cerebro, con su peculiar forma de entender las cosas. Quién sabe… Nosotros podemos quedar avasallados por determinadas circunstancias que a otros no les borran la sonrisa de la cara.

Pero, incluso en aquellos casos en los que objetivamente haya gente cuya situación es visiblemente más desfavorable que la nuestra… ¿Que haya otros que sufren más que nosotros es realmente un consuelo?

Mi opinión sobre este asunto es que compararse es una pérdida de tiempo, tanto en los buenos como en los malos momentos. Mirar atrás o a los lados para ver quién la tiene más grande (la carga, claro), de poco alivio sirve.

Volviendo a los dichos antiguos de mi tierra, en lugar de achicar el dolor comparándose con otras gentes, trae más cuenta aprender a “solventar la papeleta“. Es decir, ver el modo de superar las penurias y calamidades lo mejor que se pueda.

Y, si miramos atrás, que en lugar de para sentirnos aliviados sea para echar una mano a quienes están peor. Pero, ¿qué piensas tú?

2011-03-02-Dame-Algo-52-La-silla

¿Conoces “La historia de las tres cruces”?. Dice así:


Andaba por el mundo un señor quejándose continuamente de sus desgracias. Ante la lástima que daba decidió Dios bajar personalmente a la Tierra a ver qué le pasaba. Éste le dijo:


Es una cruz terrible, la peor que me podía haber caído.


Dios le invitó entonces a acompañarle y le hizo entrar en el “almacén de las cruces”. Allí empezó a mirar cada una de ellas y afirmaba:


Ésta es demasiado grande, aquélla muy pesada, la otra rozaba el suelo.


Al cabo de un rato encontró la que le parecía apta para él. La tomó y salió de nuevo a los caminos con la sonrisa en los labios. Al contemplarla a la luz del sol, se dio cuenta... que había vuelto a tomar la que había dejado al entrar.

VE:

imagen, damealgo.es

historia de las cruces, franciscoalcaide.com

mira atrás, tusbuenosmomentos.com

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